Con estos sencillos trucos diarios, evitarás utilizar productos tóxicos y tener que pasar una mañana de sábado o domingo limpiando el baño. ¡Verás qué alivio!
Utiliza siempre un cepillo para limpiar la taza del váter después de usarlo, así será más fácil limpiarlo.
Añade una pequeña cantidad de vinagre, una vez a la semana, al limpiador de la taza del váter. Quedarán perfectas casi sin esfuerzo.
Después de salir de la ducha, si hay mucho vapor, aprovecha para limpiar los azulejos con un paño. Quedarán relucientes.
Después de cada ducha, limpie la mampara con un paño de algodón sin pelusas. Así evitarás la acumulación de cal y ahorrarás tiempo de limpieza posterior.
Si tienes cortina de ducha, aclárala siempre después de ducharte para asegurarte de que no queda jabón ni espuma en ella. De este modo, las tomas se mantendrán limpias durante más tiempo.
Ten siempre a mano un paño de microfibra para limpiar el grifo del fregadero y evitar que se acumulen manchas de agua o cal.
La ilustración se ha creado con Stable Diffusion 2.1, el último modelo de texto a imagen de StabilityAI.